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07 Octubre 2024
La amaxofobia es la fobia a conducir un vehículo o a viajar en él. Se engloba dentro de los trastornos de ansiedad y, en España, diferentes estudios, estiman que lo padece entre el 28% y el 33% de los conductores. “Esa es una prevalencia altísima”, valora Sonia Rojas, psicóloga al frente de Frena tu miedo, gabinete especializado en el tratamiento de la amaxofobia, por el que pasan al año entre 200 y 250 pacientes.
En cuanto al perfil psicológico de sus pacientes, la directora de Frena tu miedo asegura que son mayoritariamente pacientes “con tendencia a la autoexigencia y al perfeccionismo, pero con baja autoestima; que no les gusta llamar la atención, molestar a otros conductores, provocar un atasco, etcétera. En definitiva, personas a las que no les gusta fallar”.
En este sentido, Rojas explica que dentro de la amaxofobia se pueden dar tres tipos de miedos. El primero sería el miedo social, el relacionado con miedo a qué van a pensar de mí, el miedo a la crítica. El segundo, lo define como “el miedo al miedo”, el miedo a sufrir, a pasarlo mal, a somatizar ese miedo con una sintomatología física (taquicardia, sudación, mareos, etc.) y las consecuencias que esta puede tener mientras conducimos. En tercer lugar, el miedo al accidente de tráfico. “Los accidentes son una realidad que puede darse, pero en mi opinión, generan un ‘miedo bueno’, pues en la conducción se necesita un nivel de ansiedad leve en el que tú te mantengas alerta, atento. Lo que no puede es superar ciertos límites, pues es cuando se convierte en problema, generándonos un rechazo, un miedo a conducir”, explica la directora de Frena tu miedo.
Superar la amaxofobia“Entre un 75% y un 80% de las personas que inician tratamiento con nosotros lo superan”, afirma Sonia Rojas. Según la psicóloga, este porcentaje lo engloban personas que se comprometen con la terapia y que también tienen el apoyo de su entorno.
“En ocasiones, los familiares cuestionan la asistencia a sesiones, los avances, los recursos que damos al paciente, etcétera”, destaca. En esos casos, en Frena tu miedo aseguran empoderar al paciente.
Otro obstáculo que suelen encontrarse en este gabinete son las prisas. “Gente que se pone un mes para superar su fobia a conducir… Pero cada uno necesita su tiempo. Esto es un recorrido ascendente, pero con curvas, y los cambios hay que hacerlos desde abajo, desde nuestro interior a la relación que tenemos con el vehículo”, añade.
El tratamiento se centra en primer lugar en tartar la parte psicológica -prevenir y gestionar la ansiedad, mejorar la percepción de uno mismo como conductor y reducir la percepción del peligro-. Una vez abordada esta primera parte, la terapia del gabinete continúa con una exposición progresiva a las situaciones del tráfico, con un acompañamiento del paciente al volante.
En este punto, Rojas señala que se percibe más o menos confianza también en función del coche. “Sin duda, para la gente con amaxofobia, no es lo mismo conducir un coche nuevo que uno de más de 20 años. Tanto por el estado técnico, como por los sistemas de seguridad con los que cuentan unos sí y otros no, como, por ejemplo, los ADAS”, valora Rojas.
Para Rojas, la casuística que se da en un accidente implica varios factores, el estado psicológico del conductor y el del resto de conductores, así como el estado técnico de los vehículos, del propio y del resto.
En ese sentido, el gabinete también lleva a cabo una labor de concienciación durante la terapia acerca de “la importancia de prestar atención al estado técnico de los vehículos como fórmula para generar al paciente confianza, aumentando su seguridad al volante”, destaca Rojas, que afirma que en terapia aconseja acudir al taller, no para reparar averías, sino para prevenirlas. “Adquirir esta conducta ayuda a muchos pacientes, que antes, a lo mejor, ni se plateaban pasar por el taller a no ser en caso de avería”, señala la directora de Frena tu miedo.
En esta línea, ‘Elige calidad, elige confianza’ (ECEC), iniciativa que agrupa a una veintena de fabricantes de componentes de primer nivel adheridos a Sernauto, aplaude la apuesta del gabinete de Rojas por concienciar en ese sentido, ya que esa labor contribuye no solo al bienestar de quienes padecen amaxofobia, sino también a la seguridad vial en las carreteras.
Así, la amaxofobia constituye el primer bloque de la campaña Un coche es para vivir, puesta en marcha por ECEC, con la que pretende poner en valor el cuidado de los vehículos en aras de la seguridad vial, y de vivir y revivir los momentos importantes que todos, a lo largo de nuestra vida, experimentamos en el interior de un vehículo.
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